PROTAGONISTAS DEL NUEVO TESTAMENTO
HERODES EL GRANDE
Jesús García-Consuegra González
Savia 17
Si Herodes el Grande ha pasado a ser un personaje tan conocido de la historia no es precisamente por haber sido rey de los judíos en un momento determinado, sino por coincidir en sus últimos años de vida con el acontecimiento más importante jamás ocurrido: el nacimiento de Jesús el Cristo.
Según los evangelistas Mateo y Lucas, que narran cómo ocurrió este nacimiento, fue en "tiempos del rey Herodes". Éste reinó en Judea desde el año 37 al 4 a. de C., año en el que murió, nos cuenta Flavio Josefo, víctima de una enfermedad terrible "porque de esta manera Dios le exigía el justo pago por sus iniquidades" (Antigüedades Judías XVII, 168).
Herodes el Grande era hijo de Antipater, a quien Julio Cesar nombró procurador de Judea. Más tarde, Antipater designó a su hijo gobernador de Galilea. Cuando su padre murió, Herodes emergió como su heredero político. Rondaba entonces los 30 años.
Como reconocimiento a sus méritos, al sofocar 2 rebeliones: una en Galilea y otra en Jerusalem, el Senado romano lo nombró rey de los judíos.
No gozó nunca de gran simpatía por parte de sus súbditos, a pesar de todos los esfuerzos que hizo por conseguirla. Su origen idumeo tuvo mucho que ver en este asunto, ya que era considerado un intruso, aunque también los hechos de tiranía y horror que protagonizó durante su reinado.
Los historiadores antiguos cuentan que protagonizó varios actos de crueldad, entre los que destacan los llevados a cabo contra su propia familia. Herodes tenía una gran desconfianza por todo aquel que le rodeaba y llegó a sospechar que incluso sus parientes conspiraban contra él. En efecto, su excesiva desconfianza le llevó a dar crédito a sus consejeros y su hermana Salomé cuando le contaron que su esposa, Mariamna, a quien amaba profundamente, le era infiel y estaba conspirando contra él. La sentencia no se hizo esperar, y Mariamna fue acusada de traición y ejecutada en el año 29 a. de C. Más tarde, cuando los hijos que tuvo Herodes con esta mujer, Alejandro y Aristóbulo, fueron mayores, Antipatro (Hijo de Herodes con su primera esposa, Doris) y los hermanos del rey, Salomé y Feroras, los acusaron de conspiración contra su padre. Este hecho supuso un distanciamiento entre padre e hijos y una desconfianza tal que terminó en un juicio entre un tribunal romano, que los halló culpables y los condenó a morir estrangulados en el año 7 a. de C.
Otros muchos actos crueles cometió Herodes, pero, sin duda, el peor corresponde a "la matanza de los inocentes". Según nos cuenta Mateo, el rey mandó matar a todos los niños menores de 2 años que había en Belén y en sus alrededores, porque tenía miedo a que el Mesías que, como anunciaba la profecía y le habían contado los 3 Reyes Magos, había nacido en Belén de Judá, le destronase (Mat. 2).
Sin embargo, los historiadores contemporáneos ponen en duda que dicha matanza haya ocurrido realmente, pues piensan que un hecho semejante no hubiera pasado por alto a los historiadores de la época ni tampoco a Lucas, quien se preocupó de recoger toda la historia relativa al nacimiento de Cristo. No porque este hecho no concuerde con la personalidad de Herodes el Grande ni porque no fuese capaz de realizarlo, sino porque es extraño que nadie, fuera de Mateo, lo haya registrado, principalmente Flavio Josefo, que nos cuenta con todo detalle todas las maldades cometidas por este gobernante.
Ciertos investigadores afirman que el suceso pertenece al simbolismo mitológico y a la experiencia iniciática y mística del alma que, a su vez, se relaciona con los nacimientos de todos los grandes dioses o profetas de la antigüedad, que Mateo conocía de primera mano.
Para ganarse el aprecio de sus súbditos, aunque sin conseguirlo demasiado, reconstruyó el Templo de Jerusalem. También estableció un culto pagano en Cesárea para los Gentiles, fundó un templo dedicado a Augusto en Paneas y reedificó el de Apolo en Rodas.
Murió, como ya hemos dicho, en el año 4 a. de C., y por esta época, más o menos (7 a 4 a. de C.), según coinciden todos lo investigadores, nació Jesús.
En el terreno simbólico, Herodes representa el arquetipo del poder terrenal temporal frente al poder espiritual eterno, representado por Cristo. Esto llevado al nivel personal correspondería: Herodes a la personalidad material que reina en nosotros (en nuestra psique) temporalmente, y Cristo a la Personalidad Eterna Espiritual, que ha de reinar en nosotros para siempre.
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