Editorial
Cuando salga este número tal vez se mantenga todavía la tregüa de E.T.A. decretada el pasado septiembre. Si es así, habremos dado todos un paso gigantesco hacia la paz, hacia esa paz que parecía imposible. No importa de quién haya sido la idea de llevarla a cabo, estoy seguro que ha partido de una buena voluntad, una voluntad que recogió todas las buenas voluntades del planeta y venció frente a todas las malas que, seguro, también pasaron por su cabeza. Todos sabemos que el amor es el que finalmente triunfará y, sin embargo, cuan difícil es, a veces, quitarse el odio, el rencor y la rabia de encima; pero cuando finalmente uno se la quita, se quita una maldición y un peso terrible que lo incomodaba y lo aplastaba
constantemente.
No importa quienes sean los artífices de la
paz, ni quienes sean los que muestren su imagen ante tal acontecimiento, seguro que todos nosotros hemos puesto nuestro granito de arena: con nuestros pensamientos, con nuestros deseos, con nuestra manifestación pública. Eso es algo que hemos hecho y que podremos seguir haciendo. Según la ciencia oculta, todo acto físico empezó primero por un pensamiento. Dediquemos esta Navidad unos minutos a la paz en cualquier lugar del mundo y veremos cómo poco a poco nuestros deseos se van cumpliendo.
FELICES FIESTAS
Comentarios
Publicar un comentario