LA MUERTE: UN RENACIMIENTO
Editorial
Según cuenta Elizabeth Kübler Ross, “La muerte es un amanecer, es como trasladarse a una casa más bella”. Siempre nos lo han contado, siempre nos lo han dicho: la muerte es una liberación, es como volver a casa después de una dura jornada de labor; pero nosotros no acabamos de creérnoslo y cuando pasamos por una muerte cercana, sufrimos y lloramos por la pérdida como si fuese para siempre.
Es como una contradicción ¿No os parece? Si pensamos que con la muerte esa persona se ha liberado, “se ha trasladado a una casa más bella”, ha vuelto a casa ¿a qué viene nuestro excesivo llanto? En lugar de eso deberíamos estar contentos por la persona que nos ha dejado.
Creo firmemente que un día no muy lejano, quizá cuando tengamos vista espiritual, las cosas serán de otra manera: nos alegraremos con las muertes porque podrá comprobarse científicamente que el que se muere pasa a otra dimensión donde, como poco, será igual de feliz que aquí; pero mientras tanto me gusta creer como todos los que creen que abandonar el cuerpo físico es un renacimiento, un nuevo amanecer y ver la muerte de un ser querido como un “hasta pronto”, no como el último adiós. Mientras tanto me gusta sentir un poco de alegría, en medio de mi tristeza, por la despedida y pensar que a esa persona le hace más bien mi alegría. Me gusta pensar que ese ser querido y yo esperamos lo mismo:
ESTAR OTRA VEZ JUNTOS EN ALGÚN LUGAR.
UN ABRAZO
Comentarios
Publicar un comentario